Mundial XV
Son los distintos, los consagrados, las figuras, esos jugadores descollantes que todos quieren tener en su equipo. Quiénes son y cómo llegan aquellos que buscarán descoserla en la próxima RWC.En deportes en conjunto, la satisfacción es compartida. No es mérito de uno, sino de todos. No gana uno, sino todos. Y viceversa. Uno es parte de un equipo y es en parte un equipo. Pero siempre son bienvenidas las destrezas individuales. Son necesarias, a veces ineludibles, y casi siempre definitorias; aquellas acciones que generan reacciones, propias de los elegidos, capaces de hacer algo distinto y cambiar el rumbo de la historia.
Como toda cita mundialista, se espera por los mejores, y cada representativo se ilusiona con contar con sus hombres relevantes, los que, participación mediante, serán figuras. El público quiere verlos, los rivales enfrentarlos y sus propios compañeros, reposar en la tranquilidad que significa tenerlos de su lado.
La séptima edición de la Rugby World Cup no será la excepción. Y los ojos de todos estarán enfocados en un puñado de grandes jugadores, que buscarán destacarse por encima del resto.
Felipe Contepomi, se apresta a continuar el legado de Juan Martín Hernández, quien no estará en la RWC debido a su lesión.
Así el mellizo, capitán, emblema y corazón Puma, es también conciente de que tal vez sea su última Copa del Mundo. Todo lo que pueda hacer el seleccionado nacional reposará en sus manos y en sus pies.
Además, estará frente a la chance única de romper varios récords, como ser el jugador argentino con más caps en Mundiales (acumula 13, a uno de Agustín Pichot), con más tries (lleva 3, a uno de Ignacio Coleto, Martín Gaitán y Pablo Bouza), y máximo anotador albiceleste en dicha competición (está a 36 puntos de Gonzalo Quesada), lo que, a su vez, lo acercará a Hugo Porta como goleador histórico de Los Pumas (exactamente la misma diferencia, 590 vs. 554).
Otro estandarte nacional será Juan Fernández Lobbe (29). Equilibrado, sólido y confiado, líder por naturaleza y sub-capitán, es el abanderado del recambio y la transición, con la misión de ser la voz de mando de un pack de forwards que mostrará algunas caras nuevas y otras que quemarán sus últimos cartuchos.
Más allá de un opaco presente, a Sudáfrica, su sola condición de campeón defensor lo posiciona entre los posibles candidatos. Jugadores, para intentar repetir el título, hay. Y que puedan acentuarse, también. A pesar de que a Bryan Habana (28) parece habérsele mojado la pólvora (suma ocho encuentros sin apoyar tries), su velocidad, su determinación y su explosión en ataque son de temer. Fourie du Preez (29) ya está de vuelta, plenamente en forma tras una dolencia muscular que lo alejó de las canchas y de su Selección hace más de un año.
Con continuidad en su equipo, Bulls, llegará a pleno para seguir revalidando una categoría la cual, por ahora, no se vislumbra alguien que logre hacerle frente: la del mejor medio-scrum del mundo. Atención con Pierre Spies (26), un octavo todoterreno y la aceitadísima dupla Victor Matfield (34)-Bakkies Botha (31).
Pero claro, si en algo coincide la mayoría es que de local, con el apoyo de la gente y todo a favor, a Nueva Zelanda esta RWC no se le puede escapar. En 1987 organizó y se coronó, de manera invicta, por primera y única vez en su historia. Sólo seis veces cayeron los All Blacks en un compromiso mundialista, entre ellos, dos finales, dos semifinales y un match por el tercer puesto. Bajo la batuta de Dan Carter (29), un apertura completo y exquisito, con panorama, precisión y que no le esquiva al tackle, buscará armar su fiesta.
Y párrafo aparte, por supuesto, para el gran Richie McCaw (30), tres veces elegido Mejor Jugador IRB, dos de manera consecutiva (2006, 2009 y 2010), un delantero nato.
Su vecino, Australia, tendrá como principal estrella a Matt Giteau (29), versátil como número 10 como de centro, conductor y certero con el pie, dueño de una zurda prodigia. Aunque entre tanto nombre maduro en edad, hay espacio para las jóvenes promesas: a sus 20 años, James O’Connor es titular inamovible en los Wallabies, ahora encargado de la función de pateador, y el alma del Western Force, con casi 100 puntos en siete fechas del Súper Rugby.
En el Hemisferio Norte, las dos potencias por excelencia presentan sus aspirantes: Los Pumas deberán cuidarse de los arranques, la polenta y la visión para fabricarse espacios que posee Chris Ashton (24), de la desfachatez para jugar que muestran juntos Ben Youngs (22) y Toby Flood (26), y del gordo Dylan Hartley (25). En la tercera línea mandan Lewis Moody (33) y Nick Easter (33).
Por el lado de Francia, una importante camada de players dirá adiós. Para tomar la posta se alistan dos, Morgan Parra (22) y François Trinh-Duc (24), quienes hace rato vienen jugando a la par, ya sea en divisiones juveniles como en el primer equipo. Se entienden a la perfección, y si ambos están encendidos, son capaces de plasmar la diferencia.
Los países de segundo orden también juegan, por supuesto. Brian O’Driscoll (32) es el emblema irlandés y va por un buen Mundial tras romperla en el último Seis Naciones. Y el alumno Jonathan Sexton (26) se apresta a superar al maestro, Ronan O’Gara.
Los Pumas también deberán tomar recaudos para no cederle posibilidad a la efectividad de Dan Parks (33). Si en Gales hay olor a try, es porque el picantón Shane Williams (34) anda haciendo de las suyas antes de colgar definitivamente los botines. Y si Andrea Masi (30) fue votado como el mejor del reciente Six Nations, ¿por qué no pensar que puede tener una buena Copa?
Aquí están, estos son, los que, gracias a sus dotes y a su talento, embellecen y engalan la próxima RWC, los que están un escalón por sobre los demás, que buscan subirse al cielo de las constelaciones de las estrellas mundiales.
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