
World Rugby ClassicPumas Classic y el "haka" tras la consagración
"Estamos muy contentos. La verdad es que fue un torneo durísimo, con equipos muy competitivos. Canadá, por ejemplo, trajo un plantel joven, teniendo en cuenta que el certamen es para mayores de 33 años, y hasta tuvo algunos jugadores que estuvieron en el Mundial de Nueva Zelanda. Y los Lions, a su vez, contaron con verdaderos monstruos, con jugadores con más de 50 caps. Con Sudáfrica, por su parte, fue tremendo. Tackleamos como nunca", explicó a Scrum Leandro Lobrauco, medio scrum de los Pumas Classic, en relación a los rivales que se interpusieron en el camino a la corona.
- ¿Qué representa jugar este tipo de torneos?
- Es algo especial para cada uno de nosotros, porque estamos en la última etapa de la carrera o, como me sucede a mí, ya retirados, y acá tenemos la hermosa sensación de ponernos una vez más la camiseta de Argentina. Es único, se disfruta muchísimo.
- Es algo especial para cada uno de nosotros, porque estamos en la última etapa de la carrera o, como me sucede a mí, ya retirados, y acá tenemos la hermosa sensación de ponernos una vez más la camiseta de Argentina. Es único, se disfruta muchísimo.
- Si te tenés que guardar una cosa de esa semana, ¿qué es?
- La entrega del grupo, en todo momento. Dentro y fuera de la cancha. Por ejemplo, te cuento una anécdota. Por una tormenta tropical, que retrasó el comienzo del torneo, se cayeron varias carpas y nos vinieron a pedir ayuda sólo a nosotros para levantarlas. Fuimos, obviamente. Fue un entrenamiento extra (Risas). Fuera de chiste, esto marca la pauta de que somos un gran grupo, y que desde afuera también lo notan.
- La entrega del grupo, en todo momento. Dentro y fuera de la cancha. Por ejemplo, te cuento una anécdota. Por una tormenta tropical, que retrasó el comienzo del torneo, se cayeron varias carpas y nos vinieron a pedir ayuda sólo a nosotros para levantarlas. Fuimos, obviamente. Fue un entrenamiento extra (Risas). Fuera de chiste, esto marca la pauta de que somos un gran grupo, y que desde afuera también lo notan.
Lobrauco, quien a fin de temporada se retiró de las canchas en Atlético del Rosario, vivió un momento único al consagrarse campeones, dado que fue el encargado de alzar la copa tras la victoria ante Lions. "Ese fue un plus. El capitán es Mariano Bosch, pero como él no pudo jugar tuve el orgullo de levantar la Copa. Fue una alegría inmensa", resaltó.
- Volver a jugar con amigos y excompañeros me imagino que también le da un plus...
- Esto es muy lindo. Año a año se fue sumando gente, pero siempre hubo una continuidad, desde Baetti a Branca. Cambian algunos nombres pero la idea es siempre la misma y todos transmiten, generación en generación, los mismos valores y esencia del rugby, que en definitiva es lo que nos mueve. Es sencillamente espectacular, por la continuidad y por los chicos que se fueron sumando. Encima, como te decía, es el placer de volver a sentir el rugby y de volver a representar al país.
- Esto es muy lindo. Año a año se fue sumando gente, pero siempre hubo una continuidad, desde Baetti a Branca. Cambian algunos nombres pero la idea es siempre la misma y todos transmiten, generación en generación, los mismos valores y esencia del rugby, que en definitiva es lo que nos mueve. Es sencillamente espectacular, por la continuidad y por los chicos que se fueron sumando. Encima, como te decía, es el placer de volver a sentir el rugby y de volver a representar al país.
- Y en lo personal, ¿no te dio ganas para seguir un poco más?
- Ya lo anuncié, y no hay marcha atrás. Ya me retiré, aunque te soy sincero, me dio un poco de bronca por lo bien que me sentí en estos partidos, que jugué todos y tan seguidos (Risas). Pero ya está. Ahora mi idea es seguir yendo al club, aportando en las prácticas pero sin el compromiso de tener que ir todos los días. Por lo menos así será este primer año, porque si no seguiría jugando. Más adelante sí me gustaría ser entrenador.
- Ya lo anuncié, y no hay marcha atrás. Ya me retiré, aunque te soy sincero, me dio un poco de bronca por lo bien que me sentí en estos partidos, que jugué todos y tan seguidos (Risas). Pero ya está. Ahora mi idea es seguir yendo al club, aportando en las prácticas pero sin el compromiso de tener que ir todos los días. Por lo menos así será este primer año, porque si no seguiría jugando. Más adelante sí me gustaría ser entrenador.
Sin dudas, Leandro Lobrauco, de flamantes 37 años, guardará este título de los Pumas Classic en uno de los lugares más importantes de su carrera dentro de las canchas. O así por lo menos lo deja entrever en cada una de sus palabras. Se lo nota emocionado y desbordado de alegría. "Quizá no tenga tanta trascendencia ni repercusión, pero para nosotros fue algo muy valioso. Fue espectacular", concluyó el rosarino.
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